Trombosis: su relación con la cardiopatía isquémica

El Dr. Emanuel Luchessi, Jefe del servicio de Cardiología Intervencionista de centro médico San Lucas, nos habla de los factores de riesgo y tratamientos de la trombosis y su relación con la cardiopatía isquémica.

¿Qué es la trombosis?

Se conoce como trombosis a la formación de trombos o coágulos en el interior de un vaso sanguíneo, en el sistema circulatorio, que pueden ser trombos arteriales o venosos. Diversas enfermedades tienen entre sus síntomas esta afección, que puede afectar a cualquier órgano interno o a la circulación en general, y también puede dañar órganos.

¿Cuáles son los factores de riesgo para contraer trombosis?

Los factores de riesgo suelen agruparse en tres categorías. La primera es la inmovilidad, el estar inmovilizado en cama por unos días o más, por ejemplo. La segunda categoría incluye las lesiones a los vasos sanguíneos, producidos por huesos rotos, accidentes o cirugías mayores o prolongadas. Mientras que el tercer grupo entre los factores de riegos se encuentra la hipercoagulabilidad, una tendencia a coagular de más.

¿Cómo es su tratamiento?

La prevención y el tratamiento para la trombosis suele ser mediante medicación que inhiben la formación y crecimiento de los trombos existentes, reduciendo los riesgos de ataque al corazón, accidente cerebrovascular y embolia pulmonar. Los anticoagulantes son el medicamento más utilizado, no disuelven los coágulos sanguíneos, pero pueden evitar que los mismos crezcan y también prevenir que se desarrollen nuevos coágulos.

¿Qué relación tiene la trombosis con la cardiopatía isquémica?

Si el trombo se produce dentro de las arterias que irrigan el tejido cardiaco o miocardio, que se llaman arterias coronarias, estas se pueden obstruir parcial o totalmente, con lo que se produce un infarto de miocardio que, según su extensión, puede quedarse seriamente afectado.

La afectación de las arterias coronarias es lo que conocemos genéricamente como cardiopatía isquémica. Dependiendo de lo grave que sea la obstrucción de la coronaria, puede producirse angina de pecho o un infarto de miocardio, que a su vez puede ser desde pequeño a masivo, lo que tendría implicaciones importantes a corto y largo plazo.

¿Por qué puede producirse?

Las arterias coronarias se van deteriorando a lo largo del tiempo dependiendo de hábitos de vida alimentarios, factores de riesgo como la hipertensión, el tabaco, niveles elevados de colesterol, diabetes etc… o factores genéticos de cada persona. El deterioro consiste fundamentalmente en el depósito de colesterol y alteraciones varias en la pared del vaso que llevan a la producción de lo que se conoce como “una placa de ateroma”. El problema es que esta placa dependiendo de si es “más dura o más frágil” puede romperse y poner en marcha la formación de un coágulo o trombo que, al ocupar u obstruir la luz del vaso, impide la llegada de sangre al tejido cardiaco y, por tanto, lo lesiona.

¿Se puede prevenir?

Sí, y de hecho es mucho mejor prevenirlo que tratar un episodio de trombosis ya producido.

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